sábado, 28 de febrero de 2009

Tenia yo cinco años cuando llegamos a vivir a la colonia San Pedro, mi papa acaba de terminar los dos cuartos de adobe que harían la función de casa, había hecho una letrina en el fondo del patio, recuerdo bien que no teníamos barda a la entrada, las puertas de los dos cuartos eran dos gruesas cobijas, no teníamos camas solo unas viejas cobijas que estaban puestas arriba de los petates, con el tiempo mi papa cerco la casa con una barda de malla de alambre y planto enredaderas las cuales empezaron a cubrir la cerca, recuerdo bien que no teníamos agua, la toma mas cerca estaba como a treinta metros, en ese tiempo mi mama esperaba a la ultima de sus hijas, cuando empecé a conocer a mis amigos, de los cuales aun conservo algunos, no fue fácil, en los barrios bajos siempre le echan bronca a los niños que recién llegan, a mi mente llegan las escenas de la calle en ese entonces, calles de terraceria que en el tiempo de aguas se llenaban al ras hasta a veces terminar inundando los dos patios, mi padre había hecho como una especie de bordo a la entrada y salida de los dos cuartos, para que así el agua no penetrase y se nos mojaran los petates, nació mi hermana y la vida de todos cambio drasticamente, un día de tantos mi madre tomo las dos cubetas, las cuales estaban atadas a cada lado de un palo, para así poder cargarlas a un solo tiempo, y llenar los dos barriles los cuales nos duraban toda la semana, mi madre estaba recién parida y se aventuro a llenarlos, mi hermana Marisela y yo jugábamos en el patio trasero y solo recuerdo que nos avisaron a que mi mama estaba tirada en lo que seria la banqueta en un tiempo mas delante, Marisela en ese tiempo contaba con solo diez años, corrimos al unisonó y en efecto mi madre estaba ahí tirada sobre la terraceria, se le había venido una hemorragia, y es que la herida del parto todavía estaba fresca, como pudimos llevamos a mi madre a uno de los cuartos y la dejamos reposar, mientras que Marisela y yo terminabamos de llenar cada uno con una cubeta, los tambos que nos abastecían del vital liquido.
Nunca en nuestra mente infantil se nos ocurrió pensar que había podido ser algo mas grave, pensamos que era solamente una caída, desde ese tiempo mi mama empezó a caminar con cierta dificultad.
Mi mama se encargaba de preparar la comida para que todos sus hijos comieran, con lo poco que mi papa aportaba a la casa, ya que nunca había vivido con nosotros sino bajo el cobijo de su madre, así que mis hermanos tuvieron que salir y rifarse la vida en las calles para poder llevar algo de dinero y que pudiéramos, si bien se puede decir medio comer, para ese tiempo mi hermano Gerardo el mayor ya había decidido formar su familia, sin mas estudios que la escuela primaria, lo único que le quedo fue buscarse un trabajo de chalan de albañil, Sergio, el segundo de mis hermanos, consiguió trabajo en una maquiladora en la cual aun trabaja, mi hermano Adolfo, había decidido emigrar a los Estado Unidos, así que al es solo lo veía cada cierto tiempo, y no tenia una imagen muy clara de el, recuerdo que solo me acordaba bien de el por las fotografías que mi mama celosamente guardaba, mi hermana Elena estudiaba la secundaria y a la misma vez, trabajaba medio tiempo en un laboratorio dental, Marisela iba a la primaria y ayudaba en los quehaceres de la casa, como ya dije, yo tenia cinco años cuando ocurrió el accidente de mi mama.
El problema de mi madre fue empeorando día a día, con tristeza veía que cada vez le costaba mas trabajo el caminar, cada día que pasaba se quejaba de su dolor de espalda, pero se negaba a visitar al medico y eso que mi papa ya trabajaba para el hospital general de Irapuato.
Cuando se llego el momento de ingresar a la escuela, recuerdo aun los trabajos que mi madre paso para llevarme a inscribir.
Good bye

13 comentarios:

angel dijo...

no manches que fuerte neta compa fijate que todas esas cosas si me calan hay ya me estoy poniendo sentimental chale cuidate mucho y hechale ganas byeee

casacelis dijo...

Imagino todo lo que tu madre pudo haber pasado. Mal plan el que a veces la vida nos traza y que al mismo tiempo, el que nos forma.

Un abrazo.

elbibis.blogspot.mx dijo...

Estoy conmovido por este relato tuyo. Una infancia difícil, común denominador de muchos de nosotros, o nos convierte en personas fuertes, positivas, que saben superar los obstáculos y salir adelante, o nos arrastra a la miseria y a la destrucción. Un abrazo.

Ros dijo...

me gusta tu manera de relatar.

difícil historia, conmovedora también.
lo admirable es que la compartes, así podemos aprender que un cruel pasado puede ser la mejor antesala para un hombre de bien, como tú, por ejemplo.


SALUDOS.

FENIX dijo...

Siempre es chido y a la vez triste recordar aquellas épocas en que no teníamos ni que llevarnos a la boca compaye, ahora que ya tenemos peleas en la coliseo, el mirar atrás siempre es triste pero al mismo tiempo gratificante ya que salimos de la miseria profunda para llevar una vida mas o menos estable, sígale escribiendo compayito, vá bien quiero saber que sigue.

que tenga bonito fin de semana.

chOcolAte sEnXuAl dijo...

no entiendo porque las personas se hacen tanto del rogar para ir al medico, disculpeme si hablo de mas por ignorar detalles malhechito, pero si algo me choca es que la gente aun sintiendo que se muere del dolor o que hay algo inusual en su cuerpo, no kieren ir al medico, las cosas que se pudieran preevenir y evitar.

Aun asi que dificil le ha tocado esta vida a usted, tal vez por eso lo considero como un roble.

Guffo Caballero dijo...

Muy chingón...
Qué onda, Patricio: ¿para cuándo el libro?, jejeje.
Te mando un saludo.
Buen inicio de semana.

y@zzz... dijo...

yo estoy hecha bola con tu historia... cuando hablas de tu papa es el que se caso tu mama x 2da vez? o tu papa biologico??

Esque dijiste en una historia que a tu papa biologico no lo volviste a ver... entonces tu segundo papa es el que siempre vivio en casa de su mama??

aclareme don malhechon xfa!

Lilabeth dijo...

poquito a poco voy comprendiendo aquella vez que leì acà en tu blog algo de las muchas cosas por las que habìas pasado, compañero.

sigo pensando, que mis pinches respetos para tu mamà.

un abrazo.

Ery Juarez dijo...

Me hiciste chillar!!!

no se vale!!!

que mama tan fregona tienes!!!

cuidala mucho!!!

Besitos

Edgar Paul Palacios Reyes dijo...

sin palabras compadro, sin palabras!!!!

: ) dijo...

Hay cosas que jamás se olvidan !

Mrs. Walnut dijo...

que mujer tan valiente! un orgullo tener una mama como ella :D

saludos


lale