Hoy me levante un poco mas temprano y me metí a bañar de volada, me hice el licuado de rigor y me puse a ver algunas cosas pendientes, salí de la casa y me monte en el carro rumbo al trabajo, al llegar llovía rico, así que me baje y note que caminaba como si estuviera cojo (sin albur), vi que se me mojaba más un tubo del pantalón que el otro, lo único que hice fue acomodarme la parte que sentía que se me mojaba en el callo de la andadera derecha y me metí a trabajar.
Estuve trabajando dos horas, de pronto al agacharme a levantar algo del piso caí en cuenta que traía dos zapatos completamente diferentes, un tenis y un zapato desos informales que se ponen con pantalón de mezclilla, lo único que se me ocurrió fue soltar la carcajada y la gabacha me pregunto que, ¿Qué pasaba?, le conté que traía un zapato de uno y otro de otro, me puse rojo y no me quedo más que ponerme a trabajar, lo bueno de todo es que nosotros no tenemos contacto con gente de afuera ni clientes, somos de los ratoncitos que hacen su trabajo en una oficina pero desos ratones calladitos, no sabía que hacer, si me regresaba a la casa perdería por lo menos tres horas en ir y venir, así que lo que hice fue decirle a todos lo que estaba pasando.
Cuando iba cruzando el estacionamiento me acorde de la canción de Casimira de la banda machos, la neta aunque los dos zapatos son de piso pues si estaba uno un poco mas alto que el otro, así que de verdad si anduve cojeando un rato, en fin, ni la primera ni la última vez que pasa, ahí abajo hay una foto.
Saludos