Ya no te escucho Ines, tu voz se ha teñido de silencio, ya no articulas palabra alguna, solo guardo tu voz en mi pensamiento, recuerdo muy bien tu timbre, la textura de tu voz, como dicen por ahí, recordar es volver a vivir, y tu vives a través de mi recuerdo.
Llegan a mi mente las imagenes de niño, cuando llegabas del D.F. hasta Irapuato, siempre cargada con tus tres o cuatro cajas de ropa usada, la cual te daban en las casas de los millonarios con los que trabajabas, en mi mente solo sonaba una cosa, y esa cosa era, hoy estreno, estrenar que?, si la ropa ya era usada, recuerdo la emoción cuando nos sentabas a todos en el suelo, ibas sacando prenda por prenda, y siempre me dabas lo mejor a mi, o al menos eso parecía, recuerdo tu sonrisa amplia, tus dientes bien formados como perlas blancas, preciosas, recuerdo que tuve que emigrar, buscar una mejor vida, sin embrago nunca olvide tus aperlados dientes, después de tiempo regrese de vacaciones y te volví a ver, sin embrago tu sonrisa ya no era la misma, tu sonrisa se había perdido, ya tu dentadura no estaba completa, recuerdo bien que me abrazaste ese día en la fiesta, al verme lloraste y me dijiste que me veías cambiado, que hasta parecía rico, algo así como hacendado, sonreíste y me repetiste que me querías mucho, yo sonreí también y te dije que te amaba con todo mi corazón, te dije que al llegar a mi casa te mandaría dinero para que tu sonrisa floreciese una vez mas, así lo hice, te mande dinero y tu sonrisa volvió a ser la misma que tanto recuerdo, nunca te cansaste de darme las gracias, sin embargo Ines, yo te debía mucho mas a ti por tapar mi frió durante tantos años.
Hace días me dijeron que te fuiste, que ya duermes, que ya no hablas, que fuiste a seguir los pasos de tu madre, yo solo se, que te nos has adelantado y algún día, tarde o temprano te seguiremos los paso, duerme Ines, descansa, ya no tienes sufrimientos ni dolores, te libero Ines, ve y busca a toda la familia que ha partido, solo se, que en mi mente nunca morirás.
Por ahora descansa en paz.