Tenía dos semanas comiendo como animalito silvestre, frutita (mucha), verduritas (muchas), agua (mucha), avena (dos tazas), almendras y otras cosas pero, he estado trabajando miles de horas y pues de repente me llego el hambre feroz, además que como les digo en mi trabajo siempre me llevan comida, y es que no es por nada pero pues siempre me llevan de uno a tres lonches diarios, total, el sábado me toco trabajar, había estado tomando café sin azúcar ni crema, no pan (casi no me gusta lo dulce), lo que si tomo muy dulce es el café, ese sí, ah y además que sea dese bien cargado, que se sepa que es café y no agua de calcetín, el sábado llevaron donas, pan, comida muy grasosa y dije: Chingue a su madre, vamos a comer y comí mil, he bajado a como diez libras en las dos semanas (cinco kilos) mas o menos, no es dieta, lo que estoy haciendo es comer cada dos horas, al principio era así como que me servía un montón, ya al segundo día supe cuanto mas o menos es lo que se debe consumir.

¿Cuantos destos me cómo?, como no había nada escrito me chingue diez.

Café cargado mil y mucho pan, mucho, mucho.

Mas pan con queso, camarones  no sé qué chingaos mas pero estaban Buenos.

¿Quien se puede resistir a las costillitas fritas en manteca de puerco?, al menos yo no.

Pero, pues si jui al gimnasio, se los juro que si jui.

Uno, dos, tres, uno, dos, tres, fuera, fuera espíritus del mal.

Por último una aclaración, no me rasuro las patas, lo que pasa es que soy hijo de la botella, ¿cuando han visto una botella peluda?

Ya me voy, se cuidan, coman frutas y verduras.

Saludos