Mi primera peda

Solo a mi primo se le ocurrió bautizar a su chámaco un día de noche buena, en ese tiempo yo tenia ocho años, la mayoría de ustedes todavía ni andaban en los huevos de sus apaces. Recuerdo que llegaron de la iglesia y yo estaba triste en la azotea de la casa de mi tía, hacia frió y yo tenia nostalgia de no se que. Cuando vi que empezó a llegar la gente me baje de la azotea y me uní a la fiesta, había una señora que se llamaba doña Chuy, a la cual le encantaba el alcohol, ella tomaba jaiboles, en eso veo que llega un güey que le traía ganas a mi hermana la mas grande, no se que edad tendría el vato pero pues ya estaba grande, mas de 20 y menos de 30, después de cenar, arrullar al mentado niño dios y dar abrazos me dice dona Chuy que si la acompañaba a su casa, que se iba a preparar otro jaibol, a lo que le dije que si, pero antes le pedí permiso a mi primo el que había bautizado de tomarme una cerveza, mi primo me vio extrañado pero me dijo que si, así que fue la primera vez que probé el alcohol, salí con doña Chuy hacia su casa con mi primera cerveza, a los ocho años ya me sentía yo ser un cabrón de hartos huevos, después de que doña Chuy se termino de preparar el jaibol me dijo que lo probara, lo probé y le dije que estaba rico, a lo que ella me pregunto si quería uno, como ya había conseguido el permiso de tomar pues le dije que si, regresamos a la fiesta y ya me sentía medio pedillo, en eso me dice mi primo que acompañara al pretendiente de mi hermana a traer unas mesas y unas sillas, cuando estábamos cargando las sillas se me ocurre aventarle bronca al pretendiente de mi hermana, el güey nomas se reía, como un mocoso de ocho se va a poner a partirse la madre con alguien de mas de veinte, pero como yo andaba alcoholizado pos me sentía gallito en ese rato, no se cuantas cervezas mas me tome esa noche.
Lo ultimo que recuerdo fue que nos metimos a la casa de la señora riquilla de la colonia y nos sentamos en la sala, uno de mi primos me dijo que le detuviera su cigarro, al tratar de ponérmelo en la boca se me cayó en el sillón y se metió entre los cojines, de pronto empezó a salir mucho humo, mi primo le avento una cuba a los cojines y me saco de la casa para que nadie se diera cuenta, me dejo sentado en la banqueta a tomar aigre, en eso llego mi hermana la mayor, al verme que estaba pedísimo me metió unas cachetadas y me avento al pasillo sin siquiera una sabana, el piso estaba frió de a madres, en la madrugada me levante, me metí al primer cuarto y a la primera cama que se me atravesó, esa noche dormí como un Angelito, al día siguiente me despierta mi tía y me dice: Hijo metete a bañar y dame la cobija, no entendí sus palabra ni el porque me las dijo, solo supe que al tratar de descobijarme estaba vomitado de pies a cabeza, envuelto como tamal, en chinga me levante, le di la cobija a mi tía, y me metí a bañar, cuando salí ya todos mis primos y sus amigos estaban en el segundo piso, a lo que me dice mi primo, ven güey, te voy a preparar una bebida para que se te quite la cruda, después me dijeron que había yo vomitado todo al pretendiente de mi hermana, que vergüenza, ya por eso yo no tomo
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