Nunca se canso mi madre de advertirnos que no nos asomáramos por el portón de la casa que daba a la calle, y es que desde que paso la desgracia, nadie deambulaba por la calle a altas horas de la noche, se mato, eso dijo la gente, si, se mato, pero creo que fue castigo divino, ya ves que lo que las madres dicen siempre se cumple, desde el día que la chámaca sufrió el accidente en la carretera con su novio por ir al baile a la ciudad de Salamanca, se escuchaba el caminar de los tacones que esa noche llevaba puestos rumoraban todos, la gente decía que algunos la habían visto caminar por las banquetas, que noche tras noche se escuchaba el golpetear de los zapatos blancos de charol que esa noche llevaba puestos, pero es que la madre se lo había dicho muy clarito, si te vas al baile se muy bien que ya no regresaras viva, por eso la gente decía que la mama le había echado la maldición.
La noche del accidente, ella se había preparado desde temprano, con cuidado había elegido el vestido de noche que vestiría, la ropa de gala que sin saberlo vestiría para morir, llovía a cantaros, pero eso no la había desanimado a salir de su casa y caminar la acera hasta la esquina de la calle, ahí la esperaba su novio en la motocicleta que hacia poco había adquirido, su madre le volvió a rogar que no se fuera, al casi verla salir de la casa, le pidió que si se iban al menos se fueran en un taxi, viajar en moto de noche es muy peligroso, mas así como llueve ahora--tu sabes Teresa, que el tramo de carretera de Irapuato a Salamanca no es de lo mas seguro--, Teresa parecía no escuchar, solo al salir se despidió de su madre dándole un beso en la frente, la señora le dio la bendición y le dijo --hija, no quedara culpa en mi por lo que te pase en esta noche--.
Salio Teresa de la casa, tramos de la banqueta los caminaba, algunos otros donde no había marquesinas en los techos, emprendía carrera para no mojarse tanto, llego por fin a la esquina, subió a la moto del galán y se perdieron por la gran avenida rumbo al paso del desnivel y tomar la carretera panamericana.
Llego el alborada al día siguiente, pero de Teresa no hubo noticias durante días, su madre la busco en cada unos de los hospitales de Irapuato y ciudades circunvecinas, nada, Teresa no aparecía, no fue sino hasta una semana después que les llegaron noticias de la ciudad de León, había dos cuerpos destrozados en la morgue del hospital general, un hombre y una mujer, casi irreconocibles, habían sido arrollados por un trailer a la altura de lo que era el hospital militar, cerca muy cerca del panteón municipal de Irapuato, no había duda, esos cuerpos eran los de Teresa y su novio, así lo atestiguo la familia de ella, se prepararon los sepelios, y después de todo proceso se les dio Cristiana sepultura.
Días después del entierro fue que la gente empezó a escuchar los pasos, unos decían que corrían, otros mas decían que caminaban, nosotros nunca vimos nada, y eso que aunque eramos pequeños y pusimos todo nuestro empeño en ver u oír algo, nunca de los nuncas, pudimos lograrlo.
P.D. Esto fue solo un cuento.
Saludos
5 comentarios:
Hay muchas historias así por todo el país, creo que son como el coco para las adolescentes.
Sabiduria.... o simplemente el sentido común maternal? Sepa ..... pero como no escarmentamos en cabeza ajena... pues nos vale y hasta que nos equivocamos los tercos.. y los que temen obedecen; nos cercioramos lo que dicen las Madres.
Cómo estas? ...Tengo una duda...Malheche.. en las fiestas de fin de año has retornado a México?
Un abrazo...
Un cuento ? Ah, que imaginación !! Se me puso la piel " chinita "
Un abrazo !!
Excelente relato, me tenía en suspenso todo el tiempo. Pero qué mamá tan "mala leche"... echarle la sal así a su hija.
Compadre este cuento estuvo adhoc para una noche fría, lluviosa y sin electricidad... weee... mello. :D Saludos.
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