¿Yo me pregunto hasta donde debe depender una persona de otra?, esto lo digo porque he conocido gente que es dependiente a más no poder, y esto también lo digo porque en mi familia, no en mi familia inmediata pero sí en mis primas (os) lo he visto mucho, mi madre siempre nos enseño a no depender de nadie, mas bien nos enseño a ser proveedores, nos enseño a traer el pan y los frijoles a casa.

Yo nunca he visto a mis hermanas depender de sus esposos, por eso nunca he sabido que sean abusadas de ninguna manera, (con esto no quiero decir que nunca lo hayan sido), pero nunca hemos sabido que las humillen o las golpeen , bueno, al menos cuando entraron los cuñados a la casa esa fue la advertencia, si algún día nos enterábamos que eran maltratadas o golpeadas pues se tenían que atener a las consecuencias, si ya sé que dirán que el matrimonio es de dos, pero en nuestro caso eso no aplica.

Tenía una prima la cual no diré el nombre por respeto ya que ella ya no vive, no recuerdo cuando fue que se casó, lo único que recuerdo es que el marido tomaba mucho, él era de esas personas que estaba subido en un ladrillo y pensaba que estaba en la cima del mundo, lo que quiero decir con esto es que él papá de este señor tenía muchas tierras, por consiguiente nunca les faltó nada a los hijos, y pues ya saben que cuando no se dirige a los hijos por el buen camino y si no les falta nada pues casi siempre se llegan a creer los dueños del mundo.

Desde siempre mi prima fue engañada y golpeada, no sé cuantos años duraron casados, tuvieron como nueve hijos, él cómo era hijo de papi pues se dedicaba a ayudarle a su padre en la administración y pues en realidad nunca tuvo un trabajo por su cuenta, duraron muchos años casados, muchos.

Lo último que supe fue que un día él le dio un mal golpe y ella ya no tuvo la razón completa, no estaba completamente loca pero pues bien lo que se dice bien tampoco estaba, aun así, ella lo seguía adorando con toda su alma, tanto así que un día el murió de una congestión alcohólica y ella de tanto extrañarlo murió como a las tres semana, o es mucho el amor, o es mucha la pendejes, yo me inclino por lo segundo.

Por eso la verdad que si un día me entero que a mis hermanas se les levanta la mano, uy chiquito agárrate porque no te la acabas, por eso dependiente nunca, en fin, eso ya es harina de otro costal.

Un abrazo