Nunca he sido de las personas que se la pasan en las tiendas comprando nada, es mas, podría decir que soy alérgico a eso de andar en los centros comerciales, siempre que voy ya sé lo quiero, lo tomo, pago y me salgo lo más pronto que puedo.

No sé si eso tenga algo que ver con los recuerdos de mi infancia, solo una vez recuerdo que mi padre me llevo a comprar ropa, y como él es bien ahorrativo pues me compro unos pantalones de mezclilla que parecían de lona, tanto así que termine con la entrepierna con heridas, desde los diez años he sido de comprarme lo que necesito y eso incluye todo, desde ropa, libros, aparatos electrónicos, zapatos y demás.

Desde siempre he dicho que la vida es como una montaña rusa, hay veces que nada el pato y hay veces que se la pela (digo que ni agua bebe), hubo un tiempo en que si, sí podía ir a gastarme $300 o $400 dólares en lo que quisiera cada que me daba mi gana, esa época se esfumo hace tiempo, pero, pero, pero (así dice Mariposa), tengo fe en que la situación se compondrá pronto, hoy me hablo mi ex y dice que la casa la pone en venta comenzando la semana, (perdón, no haré prestamos, cuando me llegue mi lana), ese dinero lo quiero para la escuela de cine, así que ya no será necesario que cooperen con nada, con que nos sigamos leyendo, con eso me conformo.

Hoy por fin pude ir a comprarme un poco de ropa, dos pantalones, dos suéteres, unos cuantos pares de calcetas y unos chocolates y $300 dólares desaparecieron de mi bolsillo, y como dicen por ahí, no es que las cosas estén caras, lo que pasa es que nosotros somos pobres je je je.

Por si no sabían la marca DKNY es mi favorita, así que el día de navidad espero mucha ropa de esa diseñadora, ¿ok?

Bueno cariños míos, me despido, no se les olvide que a veces los quiero, pero eso es solo a veces.

Adiós