Nunca de los nuncas he sido dependiente de nadie, a los que me leen de hace tiempo deben saber que empecé a trabajar desde los siete años en un tienda acomodando las botellas de aceite y las bolsas de jabón, sin embargo creo que empecé a madurar a la edad de 25, hay una etapa en la vida, en que nadie pone atención a la misma, y es de los 18 a mas o menos 25, durante esa edad es donde uno, aunque no lo este, se siente que esta hermoso, que todas quieren con uno je je je, así como que eres el o la mas deseable del mundo, que ni los pedos te apestan, peeeero, eso no es cierto, al pasar los años te vas dando cuenta de lo vulnerables que podemos llegar a ser, se empiezan a sentir los cambios, tanto físicos, como de intelecto, te dejan de importar las cosas vanas, y das paso a lo que considero que debe importar en realidad, se vuelve uno mas feliz, mas tolerante, miras el mundo con otros ojos, se pone uno a pensar en los ahorros si es que uno llega a viejo, he sentido cambios en mi cada cinco años, el primero a los 25, ahí sentí que ya no era un niño y que yo soy el responsable de lo que haga y las consecuencias que puedan venir por mis actos, ahora ya muchas cosas no me importan, ya la belleza física dejo de ser una cosa importante, ahora me importa mas que mi gente, mis amigos y yo claro, estemos bien en todas las maneras posibles, a los que estan de 20 a 30, si no han sentido esos cambios, ya los sentirán, como dicen por ahí, a cada santo se le llega su fiestecita.
Un abrazo